martes, 23 de enero de 2018

Poco a Poco


Hola Magüy querida, me cuentan que has hecho un alto en tu recorrido por el espacio-tiempo para darte una vuelta por estos lares de la mano de Facebook, Instagram y otras de esas por el estilo que llaman redes sociales. No me extraña nada, si es que te echamos de menos y cada cual te lo decimos a nuestra manera.

Hace unos días le bajé a tú tía Marián sus cajas de recuerdos del trastero, que hacía mogollón que no les daba un repaso y se pasó la tarde revolviendo chismes, papeles, cartas... y hay que ver lo que le escribías, y desde muy chica, y las cosas tan divertidas que le contabas. Sí, ella también te echa mucho de menos, y vuestras conversaciones interminables cada vez que le echabas el guante en la casa rural o en la celebración de turno que se terciase.

Aunque seguro que lo sabes, yo te lo cuento como si no: tus primas están fenomenal, por orden de edad, Blanca encontró trabajo de lo suyo, y anda todo el día enredada con los códigos y las webs, y le gusta, y encima es buena, aunque ella no se da mucha importancia, y en sus ratos libres le da al voley playa y los torneos, donde disfruta como una enana. Rocío a lo suyo, rivalizando con Laura a ver quien es más independiente y viajada, dos almas libres que van a su bola, eso sí, listas como ellas solas, ya sabes. Rocío haciendo de nanny de dos gemelos super graciosos, viajando en cuanto junta cuatro duros en el bolsillo y dándole al inglés americano todo lo que puede.

Con Laura hemos estado todo este mes entretenidos con sus aventuras por Australia, y que ha tenido el gusto de compartir con toda la familia a través de sus ya famosas crónicas. Lo mejor de ellas la plasticidad y la gracia de sus descripciones, que te meten en el ambiente y parece como si lo estuvieras viviendo con ella. Lo peor, imaginar alguna de las situaciones en las que se ha metido con los bichos, las selvas, los peces venenosos, y lo que no haya contado por no asustar más.

Y Tichi, que te voy a decir de Tichi, estuvo en Navidad en la casa dónde la celebramos y conocimos a su menuda compañera, Laura -en comparación con él, claro- y a su nuevo perro, del que está muy orgulloso y que es más listo que el hambre, pues a la primera que pilló le metió el diente -literalmente-  al pavo de Ian. En un alarde de conocimientos sobre acampada al aire libre, montó una fogata en la chimenea de la casa, en la que casi consumió en un par de horas la leña preparada para todo el día y parte de la noche. Eso sí, ¡ni las hogueras de San Juan! Está estupendo, ahí entre Córdoba y Madrid, a ver si tiene suerte y consigue un destino que le guste.


Los que sí han conseguido un destino a su gusto han sido tus padres, que se han convertido en la envidia familiar desde que se han instalado en Tenerife, envidia, sana, pero que nos tiene verdes. En frente del mar, trabajo más relajado, recuperando amigos de antaño, golf, cenitas en la terraza con una vista maravillosa, que ya se encargan de recordarnos de vez en cuando con las fotos que envían, en fin, que se lo merecen, con una vida tan ajetreada, una temporada de relax junto al mar les viene de perlas.

La abuela y Mari, ahora que está jubilada y con un cacharro que le marca el paso y le ha cambiado la vida –a mejor- viven su vida en amor y compaña, pendientes de todo lo que se cuece en el ámbito familiar, del whatsapp, y la abuela, de reñir a todo el que no pasa por su casa con la asiduidad que a ella le gustaría, esto es, todos los días y a todas las horas, y como no puede ser, se enfurruña a veces pero se conforma rápido.   

Y los demás, pues seguimos en nuestras cosas y nuestros afanes, con las alegrías y las dificultades del día a día, y los más jóvenes entre amores y desamores en esta vida moderna y veloz que nos ha tocado vivir, y que no en pocas ocasiones dificulta mucho las relaciones interpersonales.

Lo dicho, que aunque estés de viaje, a menudo te cuelas en nuestras conversaciones, en nuestras casas, en nuestras vidas, porque siempre estás dentro de nuestros corazones.

Como siempre, un beso apretao, achuchao y muy, muy grande. Sobrina querida. 

Boda de Primavera en Enero

Los Alonso Alfonso (y consortes) entre pamelas

Me acuerdo de Belén enfurruñada una Nochevieja porque no conseguía permiso paterno para salir de fiesta, arreglada, monísima, con su pelo negro largo y brillante, la imagen de la desolación porque el "pater familias" no atendía a razones. Y se quedó en casa sin salir.

Me dio pena, pero no dije ni mu, que las visitas no están para enmendar la plana; el bueno de Ricardo tendría sus razones, y cada comandante gobierna su cuartel velando por la seguridad de la tropa aplicando su librillo. Pero me dio pena.

Y así, como de un día para otro, pasé por aquella casa en una visita sorpresa, -ahora ya avisando porque tengo móvil- y me entero, de sopetón, que Belén se casa y que a su padre le acaban de operar de una hernia y el hombre anda por la casa a lo John Wayne con un humor de perros por la inactividad.

¡Se nos casa Belén! y ¡detrás Pablo en pocos meses! Se nos va a quedar la casa medio vacía, sentencian muy convencidos Silvia y Ricardo. Total nada, contando con Pablo, aún quedan Jorge, Clara, Almudena, Paloma, Rodrigo y Benjamín en casa, ¡7! Pues será para ellos lo de la casa semi vacía, a mí me sigue pareciendo un familión. Está claro que el orden de las magnitudes depende del Libro de Familia que se mire.

Y estos, que empezaron siendo una pareja, que como equipo solo daba para un mixto de tenis, ya tienen para montar dos equipos de rugby completos, con árbitro y todo. A la vuelta de la esquina tenemos para establecer una colonia en Marte o donde se tercie. Pero mientras eso llegue, más temprano que tarde, vuelvo a lo que iba, a la boda de Belén y Pedro en un maravilloso día de enero, ¿quién se casa en enero? pues ellos y el día acompañó hasta la cálida noche.

¡De película!

Belén, ya sabes que con el "pelotón de los pequeños" siempre me hago un lío con los nombres y las edades, perdóname, os he tratado menos que a los mayores y de repente me he dado cuenta que todas esa niñas que pululaban por la casa familiar, a la vuelta de un abrir y cerrar de ojos os habéis convertido en magnificas mujeres con pamela y todo.

Y el sábado, en tu boda, me encontré con una niña mayor, feliz de cumplir tu sueño. Me alegro por ti y contigo, espero y deseo que la vida te traiga todo lo que le pidas, que no corras, que es muy larga y hay que disfrutarla intensamente. Qué formes tú familia y que la salud y el amor os acompañen siempre, y que aunque seas un miembro más del equipo A o del B de rugby del que hablaba antes, y de esa Comunidad a la que perteneces, no dejes nunca de ocuparte del núcleo familiar que Pedro y tú acabáis de crear.

Durante la celebración, multitudinaria como no había visto nunca, rebosante de gente joven y guapa, de cuatro Comunidades distintas según me contó tu padre, me encantó saludar y compartir con los compañeros de viaje de tus padres, pero también me alegré y mucho de poder disfrutar un rato de la compañía de sus respectivas familias, a las que conozco desde que era un chaval y que solo tengo oportunidad de reencontrarlos en estas ocasiones.

Gracias a tus hermanos que nos acogieron con la cordialidad, el cariño y la familiaridad de siempre. Enhorabuena por tu gran familia, un beso y muchas, muchas, felicidades. 

martes, 16 de enero de 2018

Dos por Una

Caballo en su carro

Y luego dicen que los españoles somos raros...

¡El año ha empezado bien! (Aunque el titular de la noticia descoloca un poco, porque parece como que un caballo ande suelto dentro de un carro -agárrate el tamaño del carro- y que además este sea de su propiedad) Al fin ha aparecido el carro de Manolo Escobar que media España andaba buscando (y él mismo) desde 1969, ¡casi 40 años ya! No es de extrañar el precario estado del conjunto. Tras la resolución de este reto nacional, nada ni nadie podrá interponerse para que este año 2018 alcancemos las más altas cotas de bienestar conocidas por el hombre. ¡Al tiempo! 

Y si esto lo analizamos en conjunción con la segunda noticia, en la que se hace referencia a las leyes absurdas que pululan por el mundo, vivimos en la Arcadia Feliz. Eso sí, a nosotros quizá nos falte alguna que otra ley contra la estupidez supina, el ombliguismo, el yo la tengo más grande, el y tú más, el la culpa es del otro, el usted no sabe con quien esta hablando... Pero poco a poco, que tampoco es cosa de alcanzar la perfección en un alarde.

P.D. A propósito, Turkmenistán está aquí: